Proteger el arco, una tarea compleja y poco redituada. Podés tener el mejor partido de tu vida pero te equivocás en una y fuiste; nunca se van a olvidar de vos. La presión del partido recae sobre tus hombros, tenés que estar muy concentrado para cuando te toque intervenir, pero no todo es agilidad y reflejos.
El buen arquero ataja todo, el que es excelente protege el arco haciendo que nunca tenga que intervenir. Y cuando participa, tiene que ser implacable.
El arquero tiene solo tres tareas, pero tiene que hacerlas a la perfección.
La más importante y que más tiempo ocupa es marcar las pautas de la defensa. El equipo depende de la visión y del liderazgo del arquero para mantener ordenada la defensa. El que lo ve todo es el que tiene que intervenir verbalmente antes de que ocurran las cosas, anticipando adónde van a ir a parar los atacantes.
“La primera función de un portero es organizar la defensa. Para mí, eso empieza cuando tu equipo está atacando, que es cuando el portero no está ocupado parando balones. Cuanto menos balones toque el portero, tanto mejor: eso significa que ha ordenado bien su defensa.” Johan Cruyff
La segunda es la que se trabaja siempre en las prácticas, atajar todo lo que venga. Hay personas que tienen la aptitud de atajar bien y las que lo pulen entrenando, esto es el requisito mínimo de un arquero, pero no es suficiente.
La tercera tarea depende de la madurez y templanza futbolística; marcar los tiempos. Si un partido es un concierto, el arquero es el director de orquesta. Si están ganando retiene la pelota, espera a que sus jugadores recuperen el aire y el partido baje los decibelios. Si tiene que aumentar la intensidad debe jugar rápido, intentando pasar directamente a los mediocampistas que van a la contra y pedir a la defensa que suba la última línea.
El mejor arquero de la historia de Paraguay, José Luis Chilavert coincidió con Cruyff -sin saberlo- al declarar en su entrevista con El Gráfico (2007) que su mayor virtud era “manejar bien la defensa, gritando constantemente.”
Con eso concluimos que un arquero que cumple con estas tres tareas de manera consistente, te cambia los partidos. El partido se gana desde la defensa para arriba, el arquero siendo la pieza clave para el manejo del equipo; y siendo la situación ideal un partido donde el arquero participa poco o nada.
“Un buen ataque te gana partidos. Una buena defensa te gana campeonatos” Sir Alex Ferguson