Cuando estaba en el colegio, me recibí en el año 2010, uno de mis mejores amigos era (y sigue siendo la verdad) un fanático enfermo del basket. De hecho tanto lo fue, que consiguió una beca y se fue a EE.UU. detrás del basket.
Lo que sí, nunca había visto basket en mi vida hasta que empecé muchas horas al día con este sujeto. No podía entender cuál era la emoción de este deporte, y este chico, terco como el solo, estaba decidido a que entienda el deporte.
Entonces, partido tras partido los veíamos con los muchachos, ya sea tomando o comiendo algo, y poco a poco fui entendiendo la magia de la NBA.
Con el fútbol me pasa que sé los nombres y hasta estadísticas de los jugadores, en el basket no tanto, pero cuando le agarré el gusto a la NBA había un jugador muy por encima del resto, Kobe Bryant.
Aunque no entendía mucho, escuchaba atentamente lo que mis compañeros – entendidos – decían, y sí, este señor, Kobe, era bueno. Quiere decir algo estaba entendiendo.
Me tocó verlo jugar en sus mejores años, aunque la verdad que todos fueron buenos, y al enterarme de su muerte fue como sentir un vacío, primero por la clase de deportista que fue, segundo por la clase de persona que fue, y finalmente creo que me golpeó en los que fueron “los mejores años” de mi vida.
Como que toda esa época me vino a la cabeza y no pude evitar sentir nostalgia al respecto. Que época nos tocó vivir en cuanto a lo deportivo, Kobe, Federer, Nadal, Cristiano, Messi. QEPD Kobe.